¿Sabías
que ya conocíamos los tambores, pero con otro nombre y sonido, así como las
sonajas? sigue leyendo...
La música y la danza del México prehispánico estuvo muy unida a las tradiciónes religiosas y a la práctica ritual, desde las actividades:
- de
la vida en comunidad,
- los
acontecimientos de la vida cotidiana
- el
nacimiento, la madurez,
- la
muerte,
- la
agricultura
- y
la guerra
Y es en el mitote en donde jamás faltaron la música y la danza, con sus
ritmos, sus bailes, sus cantos y sobre todo, con su instrumental e indumentaria
específicos.
Nuestros instrumentos
Huéhuetl.-Tambor construido con un tronco de árbol ahuecado, con
ranuras en la parte inferior que dan forma a la base del instrumento y una piel
de tigre tensada en la parte superior.
Teponaztli.- Era un tronco de árbol ahuecado de forma horizontal y con los extremos cerrados. En la parte superior lleva dos lengüetas formadas por angostas incisiones, que al ser golpeadas producen interesantes sonidos.
Tlapitzalli.-Toda una diversidad de flautas que producían sonidos muy agudos, similares a los que produce el picolo.
Ocarina.-Era un instrumento pequeño de aliento, construido con barro;
tiene dos, tres, cuatro y hasta cinco orificios que producen de dos a quince
sonidos diferentes, para controlar su afinación, se le hacen dos orificios
adicionales.
Omichicahuiztli.-Raspador se construía con un fémur humano, dotado de una serie de
ranuras, que eran frotadas con una concha.
Ayacaxtli. Era una sonaja para
marcar el ritmo del danzante. Se hacían de frutos secos, pesuñas de venado,
capullos de mariposa tenabaris,
caracolillos marinos, de barro y de metal.
Atecocolli.-Caracol marino usado como instrumento de viento. Con
un corte en el vértice, se hace la boquilla; Hay que soplar muy fuerte para que de él salga un sonido sonoro muy hermoso.
Espero te haya gustado esta visita a los instrumentos
musicales de nuestros antepasados! Sigue en nuestro viaje….
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