martes, 26 de mayo de 2015

Viaje a Tenochtitlán 9. Anuncios de la caída del imperio Azteca


Señales de la conquista
                           



Según cuentan algunas crónicas, los llamados “presagios funestos” de Moctezuma sorprendieron a propios y extraños. Ocurrieron en los últimos años del reinado de este emperador azteca y, al parecer  anunciaban el fin de los tiempos de dominación mexica.


Estas fueron las 8 profecías de Moctezuma:

1. El avistamiento de “una espiga de fuego en el cielo”, es decir, un cometa que se vio por el oriente

2. Un incendio sin causa aparente que cubrió en llamas el templo del dios Huitzilopochtli;

3. Un rayo que cayó sobre el templo del dios Xiuhtecutli, en medio de una llovizna, lo relevante es que no se escuchó ningún trueno;

4. Una lluvia de estrellas que se movían del oeste hacia el este;

5. Una marejada atípica en el lago de Texcoco, que inundó parte de Tenochtitlán;

6. La aparición del espíritu de una mujer que, por las calles de la capital imperial, dejaba escuchar un lamento: “Hijitos míos, tenemos que irnos lejos”, “Hijitos, ¿adónde los llevaré?” (de ahí surgió la popular leyenda de la Llorona).

7. Otro de estos extraños sucesos fue la captura, en el lago de Texcoco, de un extraño pájaro que parecía grulla. Se lo llevaron a Moctezuma y, según refieren, la cabeza del ave tenía una especie de espejo, donde el emperador vio jinetes que cabalgaban en una especie de venados sin cuernos y en actitud de combate; cuando llamó a sus acompañantes a que lo vieran, la extraña visión se desvaneció.

8. El último de este octeto de presagios fue la noticia de que varios súbditos vieron criaturas bicéfalas, especies de monstruos que luego desaparecían.

Ciertos o no dichos presagios, el Imperio azteca sí vio el fin “de su mundo” en 1521 con la llegada de los españoles y la posterior Conquista.

Mito del Regreso de Quetzalcóatl
La Crónica Mexicana de Alvarado Tezozómoc relata así aquella mañana en que Moctezuma II es informado de la presencia en la costa veracruzana de seres muy diferentes a los mexicas.Señor y rey nuestro, es verdad que han venido no sé qué gentes y han llegado a las orillas de la gran mar [...] y las carnes de ellos muy blancas, más que nuestras carnes, excepto que todos los más tienen barba larga y el cabello hasta la oreja les da. Moctecuhzoma estaba cabizbajo, que no habló cosa ninguna.  Después de Grijalva arribó Hernán Cortés, se creyó que éste era el dios Quetzalcóatl.    

          






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